Hoy fui a buscarte, sin la intercesión de tu bendita madre que es la mirada de mi Consuelo y sin el cobijo de esas manos morenas atadas de Bondad. Fui de nuevo a saber de ti, frente a frente, yo en
tus ojos y tu en los míos, para encontrarme en el silencio de tu palabra..., la
vida pasa deprisa..., no todo viene siempre de nuestro lado, y la calma que el alma
ansía no encuentra refugio en la cotidianidad de nuestra existencia.
Por eso, te busqué de nuevo, con la
impaciencia de quien espera al amigo que hace demasiado tiempo que no ve, Te busque en
esa mirada viva, llena de historia antigua, de luna llena y de ciudad en vela, esa mirada cansada de tantas y tantas madrugadas...
Te busque en esas pupilas
inertes que conozco desde hace tanto tiempo..., y he recordado con la cercania de tus brazos soportando tu cuerpo vencido, las veces que me
presente ante ti, el sonido de los vencejos de las tardes de primavera, los paseos
de la mano de quienes ya están a tu vera, los primeros amores y desamores, las
ilusiones y desilusiones que compartí contigo, tantas y tantas cosas que
tenia en el olvido..., y que surgen del abismo de mi recuerdo para de nuevo
volver a ti...
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